Stella es trabajadora de la sociedad de Fomento Bernardino Rivadavia, en avenida Pasco al 1800 Temperley. Una vez más está en riesgo de perder su trabajo como tantos otros compañeros, con sueldos adeudados, con la duda de si seguirán dando un servicio a muchos asociados que ven en éste lugar un centro de salud las 24 horas para sacar cualquier emergencia pequeña o hacerse atender en diferentes consultorios externos ante la excesiva demanda de los hospitales públicos que deben soportar los vecinos con meses de espera y consultorios atestados de pacientes.
Mientras un grupo económico remodela la ex clínica Rivadavia -denominada como otras de la zona, las clínicas de la muerte- los asociados debaten que hacer con los trabajadores del centro de salud. Dos historias, muchas personas que pueden quedarse sin sustento.
Una historia de navidad que no deja buenas noticias pero si abre la puerta para instalar la esperanza que, el pequeño centro de salud continúe dando el servicio a los vecinos y que sus trabajadores, sigan dentro del sistema laboral.
No hay comentarios:
Publicar un comentario