lunes, 30 de octubre de 2017

Ceocracia para casi Todos


La derrota del peronismo por parte del macrismo en la provincia de Buenos Aires abrió nuevas instancias de diálogo y búsqueda de consensos con miras al reordenamiento político e institucional. 
Tal es la cuestión que por un lado Cambiemos de la mano del presidente de la Nación, Mauricio Macri busca reformas profundas en materia educativa, laboral, política e impositiva "agrandado" por el voto del electorado en especial en las cinco provincias más poderosas de la Argentina. 
"Buscamos consensos" dice Macri aduciendo de manera elíptica, "ya los tenemos", y por eso profundizamos nuestros plan de gobierno.
Esta puesta en escena pone de relieve las contingencias de la oposición: dispersa, atomizada, sin ideas concretas que pare un programa de gobierno que muchos y hasta en el mundo denominan el "Gobierno de los Ceos"
Llamaban "populismos" a los gobiernos paternalistas, sueltos de derechos y bonanzas para las mayorías populares, a las que luego endilgaron hechos de corrupción institucional y pérdida de conceptos típicos del capitalismo: trabajo, educación, merecimiento personal -meritocracia-; hoy a la nueva cultura imperante la llaman "ceocracia" un mundo en el cuál el verdugo y el que tiene la orden de ejecutarla son lo mismo. Gobierno de los dueños, los gerentes, los terratenientes. Siempre estuvieron, pero hoy se muestran.
Sería casi un eufemismo intentar cuestiones básicas como la "corrupción", ítem que tanto repiten como loros los "ceócratas". El mundo entero grita a toda voz, que la ceocracia es el "gobierno de la corrupción" per sé, lo vemos en los ámbitos financieros en especial la banca y los organismos de crédito y control, áreas como la militar, la política y hoy la denominada "cultura del bits".
Se supone que los "ceócratas" saben gobernar, generar riquezas, son profesionales dedicados al progreso. Seguramente de manera individual muchos lo logran. Pero si miramos el mundo más de 4500 millones de personas son pobres (de 7 mil). Y apenas un puñado de familias -unas mil- tienen los recursos de más de 5 mil millones de habitantes de éste bendito planeta.
Se entiende que bien gobiernan los ricos?
Se suponen que los "populistas" no saben gobernar para los "ceócratas", gobiernan para muchos no para pocos. Entonces entran en tensión.
En nuestro país, Argentina, los ceócratas se pintan la cara cuál conquistador ante los indígenas: muestran espejos de colores, alguna que otra novedad foránea que contagie buenas nuevas, un par de discursillos y slogan alegres y la gente compra, mediante un enorme aparato mediático que todo los replica a cada instante, y está muy bien pago. Y sino es por ésos medios, hay bala para todos.
Pero no caigamos en la vanidad del discurso kirchnerista

Para que estén gobernando, es porque alguien generó las condiciones para tal situación. Fijate el "relato" K de "la inseguridad es una sensación"; La Cámpora todo lo atraviesa, y sólo ellos se benefician, otro dato; la destrucción del núcleo militante del peronismo ortodoxo;  enfrentar a muchas fuerzas de poder y dejar libres las más peligrosas: la financiera -aún sigue la ley de entidades financieras de Martínez de Hoz- y la de los mmc (medios masivos de comunicación); la bolsa de valores y los bancos que sigan en la brecha de la especulación; la "dedocracia" de los dirigentes eternos; el desprecio por los sindicatos y la lucha en muchos casos contra ellos, entre otras.
Éste conjunto de cosas, mucho más peligrosos que la "supuesta" corrupción -ya que casi todos los políticos/as son ricos gracias a los dineros aportados por la gente- ha generado la situación actual de descreimiento popular ante un kirchnerismo que trajo muchísimas mejoras para el conjunto del Pueblo, inclusive hasta para los más ricos, inclusive para los "gordos" sindicalistas y legisladores, jueces, fiscales. Pero no se trata sólo de cuestiones económicas y poder, sino también, ideológicas.

El relato "macrista" trae en 2 años lo suyo: un cambio de raíz de todo concepto "K" como el del peronismo del 55 la proscripción icónica y significativa; apuesta al consenso popular para profundizar las medidas: recetas del FMI -baja de aportes patronales, privatización de servicios, bajos salarios, educación cotrolada, deuda sin control, etc-. A ésta sumatoria destacan: alto contenido de control popular -represión, persecución política, social, sindical y a medios de comunicación.
No son pocos los que se preguntan, hasta cuándo puede aguantar un Pueblo al que le cercenan derechos y garantías? hasta cuándo puede aguantar un Pueblo al que le dicen que no es digno de vivir mejor? Por el momento, el consenso popular ha dicho que le da un poco más de tiempo al gobierno de los Ceos de la era macrista.
En definitiva la Ceocracia no es para todos, es para casi todos; en realidad un grupo selectivo no por sus capacidades y cualidades profesionales, sino por la deriva económica y de poder que siempre los mantuvo en ése lugar.
Los que no pertenecen, algunos que se prenden para lograr comer de las migajas del banquete al que nunca han sido invitados ni jamás pertenecerán son meros espectadores. 
Ya no es meritocracia por capacidad como dicen, sino además una "pertenocracia", el gobierno de "pertenecer".

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