Además hay 45 minutos de entrevista a la directora de esa institución, Ana María Vega, quien habla de todo. Escuchala
La Escuela Primaria 22 Fray Justo Santa María de Oro ubicada en la localidad de Turdera es una de esas escuelas públicas que uno quiere, vaya a saber porqué.
Sin embargo hay un porqué y es la más fuerte de todas las aseveraciones que uno puede hacer a la hora de ponderar una nota: es una Escuela Pública, Gratuita, Popular y de la Gente. Palabras con Mayúscula a la hora de instalar en el imaginario social lo que es y será nuestra Educación.
Suficiente dato para poder decir que nadie puede ni debe permitir que, ya sea con este Gobierno que tiene un proyecto con una mirada idéntica a la que proponemos o con cualquier signo político, se intente o quiera cerrar o coartar el derecho de chicos y docentes a tener su "Escuela Pública".
Ya que la Escuela Pública 22 con su historia a cuestas resiste a los embates de lo privado, hablando en materia de educación, a los embates de funcionarios olvidadizos de sus deberes y ahora, a los embates del propio sistema que lo debe mantener puro y estable.
Hablo del rol que cumplen la inspectora local quien le indica a la directora Ana María que si esto prosigue debería cerrar una sección o dar de baja a algún docente.
Duda tremenda nos causa este rol que en el marco de una Educación Inclusiva y para todos, se cumpla una función que excluya, que degrade la función primordial de Igualdad y Fraternidad para poner por encima de ellos, postulados neoliberales de exclusión, de lo privado por encima de lo público, de lo bello y acorde al sistema por encima de lo que se cree feo y castigado por el sistema
Claro, la Escuela Pública 22 tiene sólo y apenas 50 chicos en sus aulas y cinco maestras que por supuesto deben hacer la tarea docente y administrativa que tendrían a su cargo otras instancias. Es una Escuela con un edificio antiguo, descuidado con pocas aulas que el "sistema" ya no desea restituir para la sociedad como muchos hacen con lo que no quiere que se vea porque quita "votos".
Sin embargo la voluntad popular proviene de esas mismas escuelas y de esos mismos docentes, de esos mismos chicos que van a recordar que un Estado Popular quiso cortarles sus sueños, aunque ellos no creen que pueda cerrase una Escuela Pública, porque forma parte de su identidad y arraigo social.
El Otro como eje de cambio
Pero lo que impera en esta nota no es el reproche sino, el amor.
Cuando las docentes se presentaron a tomar cargos directivos, todas eran esquivas a la 22. Nadie quería a la Escuela 22, como si se tratase de algún enfermo del que hay que alejarse.
Nadie la quiso, salvo Ana María, porque puso por encima de su comodidad, de su salario -que es menor en esta "clase" de Escuela Pública- y de su capital cultural y social, la idea del rescate y el esfuerzo por un Álter, es decir, por los otros.
Pocos son los dispuestos a realizar tamaña tarea para que otros estén mucho mejor de lo que están, para que sean incluidos, para que se sientan honrados por sus docentes y por un Estado igualador en la educación.
Nota con Ana María
No hay comentarios:
Publicar un comentario