Cuando suceden hechos tremedos como la tragedia de Once, uno no puede ni debe ponerse de un lado neutral.
Pimero porque uno es pueblo, forma parte de él, se traslada en los transportes públicos y sufre a cada instantes. Y después de todo, siempre del lado del más débil, en éste caso, de los familiares de las víctimas y que a pesar de ser tan terrible no dejan de ser igual el dolor por las víctimas de todos los días, de los miles de muertos y asesinados en los accidentes de tránsito, de los miles de asesinados y heridos en los hechos de inseguridad, entre otros.
Nadie puede decir no sentirse parte de ése grupo que reclama Justicia, aunque nada ya les devolverá su felicidad, su vida, sus años y dicha. Nadie puede no conmoverse con el dolor de esas familias que sabían en algún momento podrían perder a uno de los suyos. Porque las cientos de denuncias están ahí, quietas, guardadas, escondidas, para seguir con el negocio sucio del dinero mal habido. Los hermanos Cirigliano, empresarios corrutos de un sistema que permitió hacer negocios a espaldas del pueblo, sigue haciendo negocios con su empresa de colectivos, que también recibió y recibe millonarios subsidios. Los secretarios de Transporte corruptos, que llevarán por siempre esas muertes en sus memorias y el pueblo los señalará con el dedo en cualquier lado.
Uno, que es asiduo viajante del ex FFCC Roca, de Lomas a Constitución y de vuelta también, puede constatar el deterioro y la desinversión, los accidentes evitables, las demoras interminables, y las ocasiones que han habido accidentes no tan trágicos, fue sólo por arte del azar.
Cómo no ponerme en la piel de esas familias y de los esposos Meneghini Rey, esos papás que llevan en sus espaldas la cruz de la muerte de su hijo y del resto de las 51 víctimas. De sólo pensar que te puede pasar, se te hinchan las venas de dolor y bronca. Y la Justicia yo no es un aliciente, la Justicia ya no borra las huellas del dolor, nada las borrarará. Y creer que en este país pueden existir hechos Justos, es una utopía tal vez lejana, en éstas cuestiones en donde los accidentes? evitables, tienen como figuras principales a actores políticos y empresariales.
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