El mal clima y el frío otoñal no pudieron aguar el contrafestejo de los pueblos originarios. Apenas a pocas cuadras de la ceremonia oficial, organizaciones sociales, campesinas y estudiantiles participaron de una jornada que estuvo repleta de un gran abanico de presentaciones artísticas, muestras, paneles de debate y comidas típicas. Hoy, el encuentro tendrá su cierre para no olvidar “los saberes y rebeldías de los hermanos originarios”.
Por Adrián Pérez
Fotografías de Mariano Iñiguez
Buenos Aires, mayo 25 (Agencia NAN-2010).- A pesar de la amenaza constante de la lluvia que amagó durante toda la tarde con aguar la fiesta del contrafestejo, el Otro Bicentenario, el Bicentenario de los Pueblos, comenzó ayer, en la Plaza de los Dos Congresos, con la participación de organizaciones sociales, estudiantiles, ambientalistas y campesinas; intelectuales, trabajadores de fábricas recuperadas y medios alternativos que llegaron hasta el kilómetro cero para recuperar “los saberes y rebeldías de los hermanos originarios; africanos esclavizados y americanos oprimidos, historias y culturas silenciadas y menospreciadas por las concepciones racistas, elitistas y autoritarias que siguen dominando la vida social, los medios de comunicación y la educación oficial”.
La jornada comenzó con paneles de debate, radio abierta al aire libre y retransmisión de la Red Nacional de Medios Alternativos y FM La Tribu; recitales y comidas típicas; muestras de cine y exposiciones fotográficas; artesanías de los pueblos originarios, documentales y mesas con editoriales independientes que fueron acompañadas por el Frente de Músicos por El Otro Bicentenario, más un abanico extenso de ritmos folclóricos que se repetirán hasta el cierre de la actividad, que culminará con una movilización en la tarde-noche de hoy en Plaza Congreso para decirle “no al capitalismo devastador de la madre tierra, al modelo sojero y las extracciones corporativas contaminantes”. “Sí a la recuperación de las fábricas, al trabajo autogestivo y a los medios de comunicación comunitarios y alternativos”.
Otras de las banderas y consignas que levantaron los colectivos y organizaciones de base fueron “El agua y la vida valen más que el oro, no a la minería contaminante”, “Aquí se cocina cómo derretir los glaciares” y “Contra el saqueo y la contaminación”. Xuan González, miembro de Flia (Feria del Libro Independiente y Autogestivo) --iniciativa que nació en Buenos Aires y se expandió a todo el país--, explica que el colectivo literario decidió participar y sumarse al evento para solidarizarse “con los pueblos originarios y otros movimientos que plantean la necesidad de recordar que en este país hubo un genocidio” que hoy continúa adelante porque “los suelos se siguen contaminando”.
A unos metros de la mesita desde donde Xuan ofrece la obra de nóveles escritores, Marta y Fernanda acomodan DVDs en la misma línea política que las banderas. Hambre de soja de Marcelo Viñas, Otro Mundo es posible de Juan García, Trelew de Mariana Arruti o Cazadores de utopías de David Blaustein son algunos de los títulos que inundan la mesa. Frente a ellas, un cartel anuncia que “no hay otra historia, hay muchas otras historias”. La improvisada señalética lleva a Agencia NAN hacia una muestra de fotos que condensan la lucha en contra de “la patria sojera”, los potenciales efectos que provocará la pastera Botnia en el Río Uruguay o la explotación de la caña de azúcar en los ingenios del norte. “Azúcar El Chango se cobró la vida de nuestros abuelos, que murieron por resistir al avasallamiento sobre nuestras tierras como la que hoy lleva adelante el Ingenio San Martín”, denuncia una integrante de la Comunidad Guaraní El Tabacal de Orán, desde el escenario principal.
Wiphalas de todos los tamaños inundan el paseo que se extiende desde Rivadavia hasta Irigoyen, adornando los puestos de artesanos, medios alternativos y comidas típicas; también, de las carpas donde se proyectan películas para niños como El cuento de la buena soja y Abuela Agua se organizan paneles de debate. Precisamente, desde la mesa “Doscientos años de lucha y resistencia de las mujeres en América latina”, Moira Millán, referente en temas de género del pueblo Mapuche, apunta contra la Iglesia Católica y denuncia que su participación institucional en la historia “ha sido sumamente nociva porque se encargó de romper la cosmovisión de nuestros ancestros”, a la vez que reconoce que “no revisar la historia y los mecanismos de represión y tortura del Estado, nos obliga a seguir repitiéndolos”.
Cerca del cierre de la primera jornada, el documentalista Leandro Argañaraz presenta la mesa “La otra Historia” y remarca que “hoy estamos celebrando la vitalidad de los pueblos originarios y afrodescendientes y denunciando el genocidio que continúa”. Antes del debate, Diego Bonga, uno de los representantes del Movimiento Afrocultural, interpreta el canto de Shango característico de la cultura africana. Con un discurso crítico hacia el Estado, el músico y capoeirista destaca que aunque se festeje el Bicentenario con todo ese gasto y parafernalia, “el Estado argentino tiene que saber que todavía mantiene una deuda con nosotros”. Señala, además, que si bien el de hoy es un día de encuentro, también lo es “de protesta y contrafestejo”, y que a pesar de tanto palo y tanto daño, “el negro sigue brindando alimento para el alma”.
* Luego del acampe de anoche en la Plaza de los dos Congresos, y con un documento consensuado con consignas tales como “Por territorio y autodeterminación para los pueblos originarios, movimientos campesinos y organizaciones barriales” o “No al gatillos fácil, la desaparición de personas, la criminalización de la pobreza y la judicialización de los luchadores sociales”, “El Otro Bicentenario: El Bicentenario de los Pueblos” finalizará hoy con mesas de debate sobre las diferentes caras de la crisis y la resistencia de los pueblos originarios a ser echados de sus tierras, más un importante abanico de expresiones artísticas y culturales.
El Otro Bicentenario: http://elotrobicentenarioeldelospueblos.blogspot.com/
Fuente: http://agencianan.blogspot.com/
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