En esta foto: Estelita Larco y Elsa, mamá de Rubén. Al fondo de camisa, el hermano del homenajeado. Estuvieron presentes además, diferentes autoridades y amigos del héroe marino.
En la foto subsiguiente Rubén De Rosa.
Emotivo homenaje y cambio de nombre de la calle Nicaragua por la ahora flamante Rubén de Rosa, un marinero que dejó su vida en las frías aguas del Atlántico Sur durante la guerra de Malvinas, cuando se encontraba en la sala de máquinas del Crucera Ara General Belgrano.
Rubén había comenzado su amor por el mar cuando tenía 14 años y al momento de hallarse en el Belgrano tenía 24.
Su mamá Elsa no cree que sea un héroe porque para todas las mamás sus hijos son héroes. Ella hubiese preferido tenerlo en su hogar junto a su familia y no haberlo perdido de manera vana.
Y aunque cientos de chicos argentinos dejaron sus vidas en Malvinas, el caso de Rubén tiene ese momento heroico y humano que nunca falta. A las 4 de la tarde, y conociendo la tripulación que eran perseguidos por un submarino inglés el marino temperlino le dijo a su amigo: andá arriba que yo te cubro, vos tenés hijos. Eso fue lo que significó encontrarse en el peor lugar cuando un torpedo del submarino pirata impactó sobre el buque hospital con miles de heridos y tripulantes argentinos.
Pura vida, silencio y homenaje cubrieron el cielo y la tarde del barrio La Paz, y aunque la lluvia arreciaba fuerte como en esos mares del sur que se llevaron tantas vidas, en este homenaje, en cambio, se lo trajo nuevamente a la memoria de sus vecinos y su gente.
La colega Estelita Larco fue quien propició este recuerdo y homenaje, ya que apostando a la movilidad de sus vecinos y el apoyo del concejal Ferreyra logró que el HCD aprobara mediante ordenanza el cambio de nombre de la calle.
En fin, la memoria, la solidaridad, una vez más son las que le dan sentido a la vida.
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