El Instituto Lomas de Zamora de Temperley, histórico por su modelo Cooperativista, compromiso y solidaridad social está pasando por un momento crítico en cuanto a sus finanzas.
Las deudas de las cuotas sociales que son de $75 + $5 de gasto por gimnasia, están retrasadas. Con 800 alumnos, muchos de ellos con becas, se hace imposible sostener la estructura de salarios para auxiliares e infraestructura escolar.
Pero a eso hay que agregarle la dificultad que tiene la Dirección General de Escuelas de la provincia de Buenos Aires, porque no gira el dinero para pagar los sueldos docentes. La DIPREGEP ( Dirección provincial de Educación de Gestión Privada) que depende de la subsecretaria de Educación considera a ésta institución privada y no como de educación mixta y en éste caso especial, cooperativa -solidaria.
Es así que ingresa éste colegio con una cuota de $75 al nivel de catalogación del privado Balmoral que cobra unos $2000.
Según docentes que ofrecieron una charla a los padres para interiorizarlos de la problemática cerca de $40 mil por mes adeuda provincia en conceptos de salarios, por diversos motivos que van desde paros hasta retrasos.
Lo cierto es que se están llevando a cabo diversas medidas tendientes a salir de la situación extrema que es la de cerrar "las puertas". Por eso mi propuesta fue la interpelar a los padres acerca de lo que creen que significa éste colegio para ello y el porqué envian a sus hijos a al mismo, que es el cooperativismo, que saben de la historia del instituto. Una vez, desde ese punto de partida, comenzar a sentir que debe existir un sentido de pertenencia e identidad para ponerse la camiseta ya que nada tiene que ver con un colegio con modalidad privada en donde uno sólo exige porque paga.
La variable neoliberal de la educación que tanto mal nos hace a los argentinos. Cosa que además, no garantiza calidad educativa sino los lazos solidarios, los colectivos sociales y la apuesta a la enseñanza gratuita y laica que si ofrecen ésta institución.
Luego de ello, lanzar una campaña fuerte de adhesión y pago de la cuota mediante comunicados en cuadernos de comunicaciones y charlas a los padres. Más adelante llamar a las organizaciones sociales y políticas que han sabido utilizar la estructura edilicia para eventos de diferentes tipos para recibir apoyo como así también de todos los egresados de ésta institución.
El fin es dar a conocer a la sociedad que el Instituto de Lomas está de pié, y que la Dipregep debe cumplir con sus obligaciones para que puedan haber equilibrios y distribución equitativa de la riqueza en una provincia donde se están llendo cerca de 3 mil millones de pesos en concepto de subsidios a la educación privada.
Consideramos al Instituto de Lomas un colegio netamente solidario, que no ha bajado sus brazos por las presiones del mercado para aumentar sus cuotas, que no ha cedido un espacio en su historia para dar paso a calidad educativa con conceptos propios del asociativismo autónomo sin fines de lucro.
Hoy pocos creen en el mercado que pueda ser viable un tipo de educación como ésta. Porque piensan que la educación se debe cobrar para que algunos pocos hagan negocio y muchos se queden afuera.
Pero existen modelos de inclusión y educación horizontal como éste que permite con una baja cuota tener acceso a docentes de calidad pedagógica y a directivos de primer órden. Ello debe ser acompañado no sólo por la comunidad educativa que de seguro va a sacar de éste momento al Instituto sino que además, por el estado con su intervención segura e inmediata.
Basta de dilaciones y esperas, pongamos en marcha el proyecto de recuperación de nuestra educación para que nuestros hijos vean que no los hemos abandonado, que no bajamos los brazos y los entregamos ante cualquier problema.
La suma de todas las propuestas y la acción darán frutos positivos.
Fabián Amaya.
Periodista