lunes, 11 de junio de 2012

Thiago sólo quiere jugar, sólo quiere vivir

Y si, él quiere seguir jugando, como todos los chicos del país. Pasa que hoy lo ves jugar. Mañana, tal vez no lo podamos ver así. 
Porque Thiago de 5 años no sólo tiene la desgracia de vivir en un lugar pobre, pobrísimo diría; en una pieza de 3 por 5 metros convive con su mamá Nilda (23), su hermano Fabrizzio (2) y su tía de 10 años, Lucero.
Claro, Thiago tiene otro impedimento más allá de los derechos humanos del niño, de haber nacido en Paraguay y ser pobre. Tiene una enfermedad mortal, que lo mata de a poco. Es una miocardiopatía dilatada, una especie de corazón de una persona de 80 años en el cuerpito de un nene de 5. Y Thiago debe soportar las heladas de éste otoño tremendo, con techo de chapa rebajado con tergopol y la heladera quemada,y sin nada que poder hacer en ése barrio Juan Manuel de Rosas que se devora las almas en la miseria y el barro. Ese  pedazo de Lomas de Zamora que no sueña con crecer, sino que olvida. 
Porque Thiago, no tiene tiempo de papeles, de burocracia. Thiago no sabe que no puede estar en lista de espera en el Incucai para su trasplante de corazón, porque Thiago es un niño. Thiago no comprende que puede morir porque un protocolo puede más que la vida misma. Thiago no entiende porque su mamá llena sus ojos de lágrimas a cada momento porque ve como sus esperanzas se mueren con el tiempo. Y Thiago no sabe que él puede ser como otros mil Thiagos perdidos en el océano de decisiones de funcionarios, de oficinas, de teléfonos, de legislaciones, de ventanillas que se cierran, de hambre, de barro, de basura y zanja.

Y Thiago, hermoso Thiago, no sabe que ahí afuera hay gente que se hace la desentendida, no sabe que no tiene zapatillas y que se te ponen los cachetes rojos y pelados del frío, que te enojás y estás nervioso porque tomás 12 remedios todos los días para poder llevarla un poquito mejor y estás encerrado en esa prisión de cielo y zanja porque no hay donde ir a jugar.
Claro, total que importan los cientos chicos pobres de ésos barrios de extranjeros y argentinos. Qué nos interesa si tienen plazas, juegos, aire limpio, veredas y calles de concreto.
Thiago no sabe que debe tener eso y tal vez no sabe que tiene derechos, en un mar de leyes que dicen defenderlo pero lo abandonan.


Y qué hacemos?
Y qué hacemos con Thiago, nos preguntamos en nuestro dolor. Y mientras baño a mi hijo de 5 años, que me abraza y me besa en la mejilla y se me hiela el alma por saber que Thiago puede ser mi hijo que se muere.
Y no puedo dejar de pensar en que el alma helada está en muchos que nada hacen y si mucho callan.


Decile mirándolo a los ojos a Thiago, no te doy tu corazón. 
 Qué foto elegirías, de todas éstas mientras Thiago sueña con esos juegos y su tren mágico que algún día quiere manejar para mirarlo a los ojos y decirle no puedo salvarte, no puedo darte la oportunidad porque sos extranjero? 
Qué foto, con esa sonrisa enorme, humana e infantil tomarías para pararte frente a él y asegurarle y darle esperanza y decirle: Thiago sos mi hijo, sos mi tierra sos un niño!!!! Acá tenés la oportunidad, te la merecés por el sólo hecho de ser un niño.
No creo que haya ser humano que pueda mirar a Thiago a sus ojos y decirle: NO. Se que hay calidad humana en nuestra gente, en nuestros médicos, en nuestro pueblo, por eso no perdemos jamás la esperanza del SI. Por siempre Thiago y los miles de niños del mundo que necesitan de nuestros cuidados.


Thiago Roa, 5 años, padece una enfermedad denominada miocardiopatía dilatada. necesita un trasplante cardíaco para sobrevivir. No puede entrar en lista del Incucai que reclama según Resolución 342/09 tener residencia permanente para ingresar en lista de espera. Cientos de resoluciones y convenios firmados con la república del Paraguay mencionados en ésa y otras resoluciones entre los ministerios de salud de ambos, además de la conformación del Donasur no pueden asegurar un corazón para Thiago.


Lo más doloros de ésto, si Thiago no llega, si Thiago queda en el camino, es quién tendrá corazón para soportar tamaña exclusión, abandono directamente relacionada con la Lesa Humanidad, porque lo hicimos sufrir, los dejamos sin derechos y lo dejamos morir, en Democracia.
Un Corazón Para Thiago, inclusión en la lista de espera del Incucai mientras los Argentina y Paraguay resuelven la mejor manera de hacer ésta situación equitativa para ambos países, porque no pierdo el eje que en mí país hay muchos Thiagos esperando su órgano o tejido para trasplante. No olvido a Maia y otros nenes de 5 o más años que esperan su trasplante. El mismo Thiago no pierde de eje su historia: quiere vivir, jugar, crecer. Quiere que le den la oportunidad lo vemos en su sonrisa, en sus ojos, en su alma.