martes, 1 de marzo de 2011

Monitoreo inalámbrico y nueva flota controlarán el Riachuelo

Entrevista al secretario de Ambiente de la Nación
Al repasar el plan de limpieza de la cuenca del Riachuelo desde que asumiera hace dos meses, el secretario de Ambiente, Juan José Mussi, anunció que habrá monitoreo inalámbrico de los vuelcos de deshechos, como en el Rin, y que reforzarán la inspección con 14 vehículos nuevos en la flota de Acumar.
Durante una entrevista que le hiciera radio Nacional, junto al abogado de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales, Andrés Nápoli, el secretario de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, Juan José Mussi, indicó que "estamos por adquirir un mecanismo que está en el río Rin, en Alemania, para un monitoreo permanente, a través de un control inalámbrico de los vuelcos. Además, estamos enviando 14 nuevos vehículos a la Acumar, para que con más inspectores sigan procediendo con el control".

Informó que en casi dos meses se pusieron en marcha obras de cloaca en La Matanza para 200 mil familias, se sacaron barcos, se destrabó la entrega de terrenos, se firmó el convenio con el Ceamse para la recolección de residuos, y ya se llamó a licitación por los medios del hospital interzonal de la cuenca alta.

En cuanto a la etapa siguiente, anunció que se destrabó un crédito internacional por 840 millones de dólares destinado a la limpieza del Riachuelo, que ya hay fecha de licitación de viviendas para mudar gente y que los empresarios chicos que no están en condiciones de reconvertirse, dispondrán de un parque industrial para relocalizarse.

La entrevista:

¿Los recursos de los que dispone la Secretaría están a la altura de las obras que reclama el Riachuelo?
–La intervención de la Justicia ha servido mucho. El juez Armella está realizando una tarea muy importante y nosotros estamos tratando de cumplir con el mandato de la Corte. Recursos hay, pero los instrumentos para poder usarlos no son sencillos. Por ejemplo, ya destrabamos un crédito internacional para una licitación también por 840 millones de dólares para realizar obras relacionadas con el vuelco fecal: cloacas y plantas de tratamiento. También tenemos fecha de licitación de viviendas para mudar a la gente. Pero para culminar con todo falta tiempo. Creo que se está haciendo, que el Estado Nacional ha puesto todos los recursos, el Provincial también y ahora el de la Ciudad, a partir de una intimación de la Corte, se está poniendo en órbita. Entre todos vamos a lograr, al cabo de unos años, tener el éxito que la gente se merece y cumplir con el mandato.

¿Acumar está a la altura de las circunstancias, dando respuesta a las demandas que se plantean?
–En el tema de ordenamiento territorial estamos trabajando. Tenemos un convenio de asistencia técnica con la Universidad Tencológica Nacional realizar este plan estratégico, tal como lo ordena la Justicia. A la Acumar le costó ponerse en marcha. Es de los más complejos y completos organismos de cuenca de Latinoamérica, y de los más importantes del mundo. En los casi dos meses que llevo en esta función hemos puesto en marcha obras de cloaca en La Matanza para 200 mil familias, hemos sacado barcos, estamos destrabando entrega de terrenos, firmamos el convenio con el Cemase para la recolección de residuos, y ya se llamó a licitación por los medios del hospital interzonal de la cuenca alta.

Algo que siempre ha sido difícil de controlar es el vertido de desechos industriales de empresarios privados. ¿Cómo está esa situación hoy?
–He conversado muy duramente con todas las entidades que involucran a los industriales. Les dijimos que se sacaran de encima el llorar permanentemente, porque sabíamos que muchas empresas habían ganado muchísimo dinero en el último tiempo. Estamos por adquirir un mecanismo que está en el río Rin, en Alemania, para un monitoreo permanente a través de un control inalámbrico de los vuelcos. Además, estamos enviando 14 nuevos vehículos a la Acumar, para que con más inspectores sigan procediendo con el control. Generar Acuba en Lanús significa que aquellos industriales pequeños que no pueden llevar adelante mecanismos de reconversión porque no tienen recursos económicos, se agrupen en un parque industrial para que entre todos puedan generar los mecanismos. No estamos quietos. Creemos que en estos dos meses algunas cosas hemos podido mover para poder seguir adelante.

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