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| Javier y su familia a orillas del lago Quila-Quina |
Editorial sobre discapacidad y derechos. En ésta ocasión tomé el caso de Javier Olivetti, oriundo de Lomas de Zamora pero desde hace al menos 10 años vive primero en Junín de los Andes y ahora en San Martín, provincia de Neuquén.
Javier provó suerte con su familia compuesta por Teresa -su mujer- y sus dos hijos Agustín (14) y Kiara (8) por ésas zonas de una hermosura inigualable como las del sur argentino. Trabajador incansable de toda la vida se encuentra con el destino marcándole la cancha: sufre una enfermedad congénita coronaria y a los 41 años lo operan del corazón luego de hacerle 3 by-pass en la ciudad de Neuquén.
Javier tenía un trabajo como encargado de un supermercado en San Martín de los Andes. Luego de su operación quedó con una discapacidad importante por lo que le era imposible proseguir con las jornadas de 12 horas laborales, muchas de ellas rotativas.
En lugar de darle un espacio acorde a su enfermedad en la empresa para que prosiga con su tarea laboral la misma no tuvo mejor idea que comenzar a perseguirlo.
Lo hacía cambiándole los horarios repentinamente, en puestos que no eran los que habitualmente realizaba, haciéndole conocer rumores entre los empleados que no servía que era un problema, que lo iban a despedir y demás cosas.
Y así Javier fue despedido inhumanamente por la empresa y sólo un juicio que puede durar años, es lo que se llevó como herramienta en su defensa.
Es así que comienza su camino por conseguir trabajo. Su enfermedad no le permite realizar esfuerzos físicos pero el prosigue con sus anteriores actividades masajista profesional, y hace changas de fontanería y lo que apareciese para llevar dinero a su hogar.
Pero Javier tiene además, otro problema: no consigue luego de 3 meses de recorrer todas las oficinas y teléfonos estatales que le den el grado de discapacidad para obtener una pensión. Desde Lomas de Zamora mediante trabajadores de la Salud logra obtener ese certificado y una pronta pensión.
Pero nadie del Estado ni provincial ni municipal le da un trabajo a pesar de conocer su situación. Está abandonado a pesar de existir la Ley Nacional 22431 "Sistema de protección integral de las personas discapacitadas".
En ésa Ley se refiere claramente que el 3% de los puestos laborales en lugares estatales deben ser cedidas a personas con discapacidades de acuerdo a su carácter o gravedad física.
No consigue respuestas, y prosiguen los meses sin nada. Siente que no puede con ésta vida porque no cumple con el mandato de sostener a su familia como padre. No sólo está abandonado laboral y personalmente, sino que se agrega a éste panorama desalentador más golpes tremendos: los físicos y psicológicos.
De todas maneras la ayuda va llegando desde Buenos Aires ante los oídos sordos de los funcionarios neuquinos. Y Javier sabe que su situación no es la única en ése hermoso lugar sureño, existen muchos como él que callan por miedo y por ignorancia de sus derechos. Y es así que Javier escribe una nota que envía a radios y medios gráficos. Y llega a Buenos Aires, ahora en radios del Conurbano y luego en medios Nacionales, para que se conozca a los Olvidados del interior de nuestra Patria.
La historia de Javier va a tener un final muy bondadoso, ya lo está teniendo porque sembró la esperanza para él, su familia y los que no tienen voz.
Adjunto editorial de mi programa hoy por la mañana, las palabras en vivo de Javier y la nota que éste envió a los medios.Editorial
Javier desde San Martín de los Andes
QUERIDOS LECTORES:
Quisiera comentar el gravísimo problema que
hay en San Martín de los andes con los derechos a los discapacitados de toda
índole, ya sea discapacidades congénita o adquiridas.
En mi caso particular yo adquiero una
discapacidad por una enfermedad coronaria que me lleva a que se me realicen 3
bypass, lo cual me deja una incapacidad importante ante una sociedad económica
bastante discriminativa (en lo privado sobre todo) y por la cual yo fui
despedido de mi trabajo luego de unos meses de haberme reincorporado.
El hecho esta que tenemos leyes que nos
tendrían que proteger y asegurar, en el caso mío como en muchos otros, que por
vergüenza, miedo o lo que sea, no lo denuncian públicamente, que es a un
trabajo en cualquier entidad estatal, provincial o ámbito privado y estatal,
esto es según la ley N° 22431 y sus respectivos incisos los
cuales deben asegurarme un trabajo acorde a mi discapacidad, sin ningún tipo de
discriminación laboral ni salarial.
No tenemos ningún agente con poder de
policía para que controle este terrible problema, que como ya dije afecta a más
personas de lo que uno cree, en mi caso en particular ni el “INADI”, ni el
“CONADIS” ni el defensor del pueblo de la nación me dieron ninguna respuesta
satisfactoria, aduciendo que ellos no tenían a nadie para mandar a auditar
estos derechos.
Yo me pregunto, sino están para defender
todo tipo de discriminación, desigualdad social y derechos humanos, ¿para qué
están?
A 8 meses de mi despido injustificado, pero
si (discriminatorio), estoy peleando día a día ,
no solo para conservar mi salud física y mental lo mejor posible, sino también
para luchar contra la burocracia generada por ámbitos que empiezan a
gestionarse desde el poder judicial en la defensoría de Junín de los Andes, hasta
el Intendente de San Martín de los andes y no obteniendo ninguna respuesta
positiva a mi derecho, poseo 2 hijos de 14 y 8 años y no sé que futuro y ni
siquiera que presente les daré cada día.
La verdad me siento totalmente abandonado,
fuera del sistema y a la deriva, quisiera que alguien resolviera este tema
cuanto antes , ya que soy ciudadano de San Martín y pago mis impuestos como
todo el mundo, pero si a la de hacer cumplir leyes nacionales, nunca hay nadie
que ponga la cara ni se haga responsable.
Firma : Oliveti
Francisco Javier
Celular:
0294-154-28-4580
Télefono fijo: 413-035 ( lo dejo a tu criterio)
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