sábado, 16 de abril de 2011

Partió Juan Walter, el Foro Hídrico, su barrio y Lomas lo recordarán siempre

Fotos:
1 - En la puerta de Aysa Central. Walter (el primero de la izquierda) junto a integrantes del Foro Hídrico
2 - Bandera en la puerta de Aysa Regional Sur en LDZ durante una marcha
- Entrevista de Juan Walter en peatonal Laprida LDZ

Y no será que en este mundo hay cada vez más gente y menos personas? Y no será que olvidamos más rápido las promesas pero no lo que aprendemos de un ser social y solidario? Y además, no será que algunos que dicen acompañar las actitudes nobles, de Justicia, de lucha social y vecinal no puedan,ahora en esta hora trágica, comenzar a aprender algo?
Y todo puede ser, aunque en muchos casos falte la madera adecuada para hacerlo. Para que no queden dudas, éstas preguntas nos llevan a la vida y trabajo de un hombre, integral y social. No fue sólo él sino "el hombre militante que construyó y fue construido, moldeado por las circunstancias políticas e históricas".
Hablo de Juan Walter, un ejemplo de hombre, de persona, de luchador social y vecinal como tantos otros recordados en este Lomas de Zamora, que parió y sigue haciéndolo seguramente cada tanto.
No nos embarga sólo el dolor de haber perdido a éste luchador social, como lo hacen todos en algún momento, sino que además duele decirle adiós a un hombre que también llegó a cansarse; no de su lucha y de sus principios, sino por la indiferencia de muchos que podrían haber solucionado parte de los problemas que por más de 40 años luchó junto a integrantes del Foro Hídrico de Lomas de Zamora y muchas organizaciones sociales y políticas, en defensa del medio
ambiente, por cloacas y agua potable.
Escuchar hablar a Juan, ese cura que dejó los hábitos en defensa de los pobres para hacerse militante en defensa de esos pobres pero del lado social y barrial, nos dejaba una experiencia que pocas veces se da en la práctica política y miliante: era creíble, nos daba garantía de la palabra empeñada con verdad.
Y era un trabajador que escuchaba, como lo hacen los militantes reales, para después intentar coincidir y acordar con firmeza; nos dejaba esas palabras con tanto acierto y verdad que a uno hasta le explotaba el pecho de alegría al escucharlo y sentirse solidario con sus argumentos. Porque en realidad más que palabras, eran hechos que se veían, necesidades que se reclamaban y barrios que aún siguen ese camino de pedido de soluciones.
Ese Inodoro Gigante que salía allá por 2001 en Puente La Noria y otros distritos aledaños que decía "Lomas, la gran cloaca" no simulaba ni era un chiste, más bien se exponía elípticamente como un mensaje gráfico y estético, para decir que en Lomas muchos morían por la contaminación, por las enfermedades del medio ambiente, por las inundaciones, por la falta de agua... y también de tristeza.
Pero Juan Walter no encarnaba tristeza, para nada. Al hablar con él y escucharlo se veía una enorme energía puesta en la acción de la esperanza, hasta tal punto era esa esperanza que su máxima era "unir antes que romper", siempre tuvo en sus palabras y acciones un puente de
entendimiento y aprendizaje para los que estuvieron trabajando con él y los que debían dar soluciones.
Y esa energía también la utilizó para decir la "verdad", jamás aceptó ser cooptado por dinero ni cargos partidarios a los que fue muchas veces tentado. La verdad de Juan Walter era su máxima indispensable porque le daba libertad de decir, parea bien de los vecinos que depositaron en él su confianza. Y no los defraudó. Llegó a su último aliento pensando en su tarea, en miles de personas no sólo soluciones para el barrio que lo vio luchar, el Laprida.
Y ya en los últimos años, formalizó ante la sociedad y el país una imagen que nada tiene que ver con el márketing politiquero. Es esa imagen de luchador y militante social sin sueldo ni patrón, que esperamos puedan seguir reproduciendo sus compañeros de lucha para proseguir más y mejores caminos, al menos con más soluciones.
Vaya nuestro fraternal saludo a su mujer, sus hijos y familiares en esta dura hora.
Entrevista a Juan Walter en Enero de 2010. Los mismos problemas, las mismas luchas, con algunas respuestas. Pocas soluciones de fondo

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